jueves, 9 de febrero de 2012

España: el país de la pandereta

Durante la pasada romería de El Rocío (Almonte, Huelva) han fallecido 21 animales "por agotamiento físico y falta de cuidados". España sigue siendo el país de la pandereta, cualquier excusa es buena para dejar de trabajar y montar una fiesta, esto sí, siempre con animales para darle más esplendor. Posiblemente la virgen de El Rocío, si existe, debió sentirse muy orgullosa al ver llegar a estos maltratadores de animales con sus carros, que más que carros parecen una vivienda, tirados por estos pobres animales extenuados.

Cualquier persona medianamente sensible, no necesariamente animalista, al ver las imágenes que la televisión ofreció como un acontecimiento excepcional, ya pudo adivinar quienes serían los perdedores de esta romería: los caballos.

No es de extrañar que el resultado final haya sido la muerte de 21 de ellos., eso si, todos los romeros han regresado a casa, con unas copas de más y tocados por la gracia de la Virgen del Rocío que es "lo ma grande der mundo", poco importa que para vivir esta fiesta y recibir tal "gracia divina" se hayan maltrado centenares de caballos.

Sin embargo, en El Rocío el principal problema, según fuentes del Seprona, es que los veterinarios certifican el fallecimiento por cólico como muerte natural, "pero el cólico se ha producido porque le han dado mucha comida bajo un sol infernal, sin descanso y con el jinete siempre arriba".

O sea, que no va a pasar absolutamente nada, como no pasa nada con los galgos ahorcados, no va a haber responsabilidades, a pesar de que la Ley andaluza de Protección Animal, en vigor desde 2003, dice que el abandono o maltrato de animales que les cause invalidez o muerte son tipificadas como infracción muy grave. Las sanciones por esta razón van entre los 2.000 y los 30.000 euros.

En jurisprudencia existe la sentencia firme por indicios racionales. En este caso, a pesar de los informes "dudosos" de los veterinarios y dado que cada año se repiten la muerte de animales (el pasado al año fueron 14) la justicia debería actuar y solicitar de los peritos judiciales nuevas pruebas realizadas por otros veterinarios y en el peor de los casos utilizar los indicios racionales para imponer sentencias.
Pero no va a pasar nada, porque una vez más con las fiestas tradicionales hemos topado. ¡Faltaría más que a los romeros les impusieran sanciones por haber maltratado animales !

Ya es momento de que nuestros gobernantes analicen una por una las fiestas nacionales de lo que queda de este país y haga una normativa bien clara y concisa de cuales son los límites de las mismas en cuanto a la utilización de animales, que, si se respetaran los Derechos Universales de los Animales aprobados en la ONU, sería tolerancia cero. En lo que respecta a esta romería, la solución para que no se maltraten animales pasa por la vigilancia durante todo el trayecto de miembros del SEPRONA y veterinarios "independientes" no vinculados a la "fiesta" y que se aparten del trayecto aquellos caballos que no estén en condiciones. La pregunta es: ¿interesa hacer esto?

Pero, ¿ que podemos esperar de los gobernantes de un país donde desde el Ministerio de Cultura se premia con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes para el torero José Tomás ?